El Derecho Inmobiliario es el conjunto de normas y leyes que regula todas las operaciones que pueden realizarse sobre los bienes que la ley define como raíces —aquellos que por sus características físicas no pueden desplazarse del lugar en que se encuentran—, tanto entre ciudadanos como entre un particular y la administración pública.
Por tanto, se encarga de regular todas las transacciones inmobiliarias: la forma en que se crean, transmiten, modifican, adquieren o extinguen los derechos que una persona física o jurídica tiene sobre una propiedad inmueble o parte de ella, así como de los impuestos y gravámenes que debe hacer frente por cada una de estas operaciones. Igualmente, abarca los aspectos referentes a la gestión de estos inmuebles, es decir, licencias urbanas, de obras o las normas que regulan las comunidades de vecinos.
Como ocurre con otras ramas jurídicas, el Derecho Inmobiliario es una materia transversal y su regulación se realiza a través de varias leyes que corresponden a distintas ramas del Derecho.
Así, partiendo de la Constitución Española como marco jurídico, encontraremos que los derechos y deberes que afectan a las personas con derechos de cualquier tipo sobre un bien inmueble están regulados en distintos cuerpos legales: desde el Código Civil al Código Mercantil cuando sea de aplicación, además de leyes específicas como la Ley Hipotecaria o leyes tributarias que determinen los impuestos o gravámenes que recaen sobre un inmueble (IBI, Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, etc.), la LAU o Ley de Arrendamientos Urbanos que regula el régimen jurídico del alquiler de bienes inmuebles así como la LPH o Ley de Propiedad Horizontal, que recoge toda la regulación relativa a las Comunidades de Propietarios.
Por ello, la normativa principal en materia de Derecho Inmobiliario resulta enormemente extensa y compleja y al abarcar distintas áreas tales como Vivienda, Arrendamientos Urbanos y Propiedad Horizontal requiere del asesoramiento especializado de profesionales con una amplia trayectoria profesional en las mismas.
En este sentido, el ámbito de aplicación del Derecho Inmobiliario, puede definirse como la regulación de todos aquellos actos y contratos que afecten a un bien inmueble y que con carácter general va a abordar:
Asimismo, junto a todo lo anterior, cabe destacar la figura del Registro de la Propiedad, institución de carácter público con la finalidad de proteger el tráfico jurídico de los bienes inmuebles, estableciendo unos mecanismos de registro y publicidad de la situación jurídica de los mismos. Lo que recoge un registro de los propietarios, transmisiones y derechos que pesan sobre un inmueble.
El Derecho Inmobiliario se encargará de establecer las formas válidas de cumplir con esta obligación de registro y de esta manera garantizar que la transmisión de bienes o derechos sea correcta.
Las funciones del mismo serán la inscripción o anotación de actos y contratos relativos al dominio y demás derechos reales sobre inmuebles. En sus libros constan oficialmente los actos y contratos relativos a la propiedad y demás derechos reales sobre inmuebles y tiene como finalidad dar seguridad al tráfico jurídico inmobiliario así como la fe pública registral de lo inscrito. Sirve de prueba de titularidades jurídico-reales. Se presume por ello que los derechos inscritos existen y pertenecen al titular. Por tanto, a través del mismo, se hacen públicos los derechos reales sobre inmuebles.
Por todo ello, y dada la gran trascendencia y complejidad desarrollada por el área del derecho Inmobiliario y Registral, desde LEXPYME ofrecemos a nuestros clientes un asesoramiento jurídico integral en todas las materias relativas al mismo.